Un total de cuatro hermanitos perdieron la vida en un incendio provocado cuando sus padres se quedaron dormidos después de fumar en la cama. Riley Holt, de ocho años, y sus hermanos Olly, Tilly y Keegan Unitt, de tres, cuatro y seis años.
Las llamas azotaron su casa en Highfields, Stafford, en febrero del año pasado después de que los padres Natalie Unitt y Christopher Moulton no apagaran correctamente un cigarrillo, según un tribunal.
Encendió la ropa de cama y provocó que el fuego acabara con la casa cobrando la vida de todos menos uno de sus hijos: su hijo menor, que entonces tenía dos años.
En su testimonio ante el tribunal, el padre dijo que el humo lo había despertado y que había intentado llegar hasta sus hijos. Dijo que no recordaba lo que había pasado.
La esposa escapó por la puerta principal. Se escuchó que la madre no recordaba cómo comenzó el incendio y estaba padeciendo un trastorno de estrés postraumático.
Los irresponsables padres fueron detenidos posteriormente bajo sospecha de HOM1C1DIO involuntario, pero los fiscales luego retiraron el cargo debido a pruebas insuficientes.
Una investigación más profunda sobre el caso en noviembre escuchó que la casa estaba llena de colillas de cigarrillos y que un cenicero incluso se había derretido en los resortes del colchón.
Una revisión del caso ha dicho que los niños vivieron D4ÑOS significativos como resultado de la negligencia , y el informe revela cómo apenas podían comunicarse y se les había visto con marcas en el período previo a su pérdida.
Durante un período de 17 meses, se encontraron más de 50 LES10NES, marcas en los niños. Sus padres afirmaron que esas marcas era solo plastilina y otras dos marcas se debieron a asuntos normales de los niños.
El informe reveló que durante una cita con un pediatra, los niños tenían una ‘expresión congelada’ , y “Una de las mayores preocupaciones de los niños era su falta de habla”.
Los niños, que también tenían signos de retraso en el desarrollo, fueron derivados a terapia del habla y del lenguaje.
La madre estaba ‘controlando las relaciones que tenía toda la familia’ con las agencias, que simplemente estaban creyendo ‘la palabra de la madre’ a pesar de que los niños vivían en un ‘caos absoluto’, dice el informe.