SAN FRANCISCO – Un padre de San Francisco le quitó la vida a su hijo y después se quitó la vida, porque no quería aceptar la nueva vacuna.
Los cuerpos de Stephen O’Loughlin, el padre de 49 años, y su hijo, Pierce O’Loughlin, fueron encontrados el miércoles por la policía de San Francisco en lo que los investigadores están investigando.
El arma utilizada durante en el hecho fue una PIST0LA, según los registros policiales citados por el periódico.
Los cuerpos sin vida fueron hallados en el apartamento del padre un día después de que accedió a comenzar las vacunas para su hijo en medio de un proceso por la custodia con su ex esposa y la madre del niño, llamada Lesley Hu.
Su ex esposa, quien buscó la tutela legal exclusiva de Pierce mientras afirmaba que su expareja no quería saber nada de vacunas.
“La postura del occiso padre sobre las vacunas ha adquirido un tono de culto”, escribió la madre.
El se había negado a permitir que su hijo fuera vacunado desde la primera infancia. Además se había involucrado en un grupo de autoayuda y gastó miles en sesiones después de convencerse de que “el gobierno quería atraparnos y estaba tratando de controlarnos mentalmente”.
Una abogada dijo que cree que es innegable que el padre de Pierce sufría de una enfermedad mental no tratada, lo que causó que le quitara la vida a su hijo y la suya propia.