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La joven Bethany Barker, de 20 años, colapsó en la casa de los padres de su novio. Hacía pocos días que ella había a luz a una niña. Bethany fue encontrada boca abajo por la madre de su novio, Lisa, quien llamó a los servicios de emergencia.
Fue trasladada de urgencia al Hospital Universitario de North Tees, Stockton, en Inglaterra donde falleció. La investigación reveló que el hospital no pudo diagnosticar que Bethany sufría de un coágulo de S4NGRE, llamado embolia pulmonar.
Ante de colapsar, una tía que había hablado con ella dijo: “Bethany me dijo que se sentía cansada. Luego me llamó bastante asustada y me dijo que tenía dolores en el pecho, que luchaba por sentarse y dolor en la pantorrilla y que estaba sin aliento.”
Sin embargo, lo peor de todo fue que cuando revisaron la receta de los medicamentos que le indicaron cuando la despacharon para su casa luego de dar a luz, encontraron que la receta estaba incorrecta.
La investigación reveló que a Bethany le recetaron la dosis incorrecta de Tinzaparina, un anticoagulante, luego de su cesárea de emergencia en el mismo hospital. De acuerdo a su peso, ella llevaba otra dosis que no fue la que le dieron.
El hospital dijo que le habían recetado la Tinzaparina para tratar de detener el riesgo de que desarrollara un coágulo de S4NGRE después del parto, como una precaución.
Sin embargo, por la embolia pulmonar que ella padecía, esto no era una opción y al indicar la dosis incorrecta, falleció por el coágulo o embolia pulmonar.
Lo peor de todo es que la dosis incorrecta fue recetada por un médico junior y en el hospital se dieron cuenta y procedieron a hacer una receta nueva y correcta, pero cuando ambas recetas fueron enviadas a la sala donde se encontraba Bethany y cuando le dieron de alta, le entregaron la receta incorrecta.
Comparte esto, para que todos revisemos bien las recetas y la confirmemos con los médicos que nos atienden, para que casos como este no vuelvan a suceder. FUENTE: THESUN.UK